Oídos Restaurados
Cuando Dios nos estaba mostrando acerca de orar por oídos para que se abrieran, una mujer que tenía ayuda auditiva en ambos oídos, se acercó. Había perdido entre el 60 y 80% de audición.
Recuerdo que puse las manos sobre ella mientras mucha gente alrededor estaba expectante queriendo ver un milagro.
Me puse a pensar en lo que podía pasar, pero decidí simplemente confiar en Dios. Y dije: “Dios, tú eres quien hace las cosas, quien hace los milagros”. Mis manos se mantuvieron sobre ella entre 30 y 40 segundos mientras oraba, y cuando terminé, le pedí que se quitara la ayuda auditiva y que empezara a alejarse poco a poco.
Finalmente a unos 10 metros de distancia, ella pudo escucharme perfectamente. Ella simplemente no dejaba de agradecer y la gente expectante aplaudían con gratitud a Dios por lo que acaba de suceder.